mar. Abr 23rd, 2024

Viborianus

Victoriano Robles Cruz

Administrar la derrota electoral. 

Pienso, que todos sabíamos que en esta competencia por la gubernatura iban a existir cuatro derrotados electoralmente. ¿Qué significado tiene y cuales sus ventajas y desventajas de aceptar el triunfo del adversario? ¿Tendrá presencia la madurez política en aceptar y conceder el triunfo? ¿Por qué no ha sucedido?

Partimos de la idea de que: “el fracaso electoral de hoy, puede ser potencialmente la base del éxito político del mañana”. Por eso la importancia de saber administrar, de manera creativa e inteligente, la derrota electoral.

Saber asimilar la derrota para iniciar otra nueva gestión, para conservar y porque no reconstruir el capital político. Los procesos electorales continúan… y pueden revisar los factores de la negativa del voto desde un diagnóstico que acepte primero la derrota electoral, y desde allí, en esa reconstrucción comenzar de nuevo para enfrentar los nuevos retos electorales. ¡No todo se ha perdido!

Sin embargo, esta oportunidad política del reconocimiento no se ha dado entre los adversarios derrotados. No se ha dado –creemos- por la pequeñez de los competidores. En la derrota podemos observar el tamaño de los competidores. La grandeza sólo se da entre quienes con gallardía la reconocen. No se ocultan ni se desdibujan en la politiquería, en el fanatismo simplón. Toda derrota duele, pero cuando se ve con optimismo es aprendizaje.

Pero, además, los masacrados en esta competencia electoral ya sabían, ya tenían conocimiento de la alta probabilidad de la derrota. Sus mismos sistemas de medición, de las preferencias, así le avisaban en cada resultado del ejercicio metodológico. Negarlo sería tanto como no vivir la realidad política. ¿Será que no son políticos? ¿Burócratas oportunistas?

Ciertamente…el hombre que se levanta es todavía más grande que aquel que no ha caído. La soberbia puede traernos más problemas que beneficios. Siempre hemos pensado que el orgullo y la ambición pueden ser factores de motivación para transportarnos a conseguir nuestras metas; pero, también pueden ser causantes de nuestra caída si se transforman en soberbia.

Pocas personas coinciden y soportan a personajes engreídos, petulantes, pueriles. Imagínese a estos derrotados si hubieran alcanzado el triunfo, que acontecería ahora, el ego los destruiría y en consecuencia demolería a los quintanarroenses. Despreciar las cosas sencillas por que no están a su altura es fatídico. Indigno de un personaje que puede atribuirse el concepto de político.

El político reclama de humildad, de esa cualidad que reclaman los colectivos sociales de zonas marginales y del campo. De ese talante que solicita la colectividad de ciudades urbanizadas, sectores turísticos, empresariales, y muchos más. No se puede querer ser político sin ser congruente con los votantes. Si tener empatía y simpatía con ellos.

Ha faltado ir a levantarle la mano a la triunfadora. Ha faltado el esplendor para reconocer y aceptar el triunfo del otro. Ha faltado tamaño para reconquistar y reconstruir el capital político. Pero se inicia con la aceptación de la derrota y del triunfo del adversario. Si no es así. no hay buen principio para otras tareas políticas o personales.

PD.- “No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza les es impuesta y a otros simplemente la grandeza les queda grande”. William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.

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