sáb. Oct 5th, 2024

Viborianus

Victoriano Robles Cruz.

Dos narrativas muy distintas.

Queremos, en la emisión de esta columnilla, abordar una especie, algo parecido, a la analogía entre las narrativas oficiales de dos entidades, la del gobierno federal y la del gobierno de Quintana Roo. Usted distinguido lector puede ayudarnos con sus comentarios luego de su lectura.

Vamos a intentar referirnos al conjunto de ideas, valores y relaciones, que expresan por distintos medios y que proponen desde la admitida concepción o modelo de país y de Quintana Roo.

Ambos parten de una relación específica con el pasado y con el futuro, es decir, que proponen un relato a su manera para querer transformarlo. Al menos eso leemos y escuchamos; pero, ¿qué tanto se acerca a la realidad?

Qué tan reales y externos a los personajes, o imaginarios y subjetivos, internos o psicológicos pueden ser estas dos narrativas.

Estas narrativas -leídas o escuchadas- nos ofrecen el campo para comprender las problemáticas en cada espacio y también darle sentido a lo que está sucediendo en cada escenario.

Obvio, estas narrativas están construidas por los principales actores incluyendo sus formas de expresarse de cada uno. Y, en algunos casos, construida por ellos, aunque no sean ellos los protagonistas directos del relato. Sino sus súbditos.

Esa narrativa puede ser expuesta desde diferentes espacios políticos dentro de la estructura de gobierno. Al menos eso hemos observado con predominancia en la escena estatal. En el terreno federal se excluye el poder judicial, en el estatal no.

La obediencia en el ambiente estatal, parece o es muy manipulable, hasta para los horarios, cuando les preguntan qué hora es, contestan ipso facto: “la hora que usted mande”.

En el ambiente federal, continuamente escuchamos y leemos la acometida contra la corrupción imperante aún en muchos espacios públicos, pero sobre todo en las entidades. Los ciudadanos se cuestionan. ¿Por qué en la narrativa estatal no sucede lo mismo a pesar de corresponder a la misma coalición de partidos?

Acá nunca escuchamos o leemos la embestida contra la corrupción imperante. Por igual acontece con los aparatos de la seguridad, en su conjunto, que brinda impunidad a todos los grupos delictivos. Y cuando se reúnen para sus tertulias los del cuerpo de seguridad, no sólo ejemplifican una carnicería fallida; sino lo principal, una fachada criminal.

Los empresarios de la construcción – al menos- siempre quejándose de la humillante desilusión y engaño, por el otorgamiento de obras a empresas recién constituidas y foráneas. Como sucedió recientemente con obras para la localidad de Calderitas.

¿Será que la definición de corrupción es diferente para cada gobierno, sea federal y estatal? Aquí bien vale el comentario por la diferencia: El gobierno federal es de tinte morenista totalmente, mientras el gobierno de Quintana Roo es eminentemente Verde Ecologista. Allá ordena el Partido Morena, acá lo hace el Partido Verde Ecologista.

Allá al menos la narrativa contra la delincuencia suena a diario y en cada mañanera. En Quintana Roo lo que suena son las balaceras, los robos, las extorsiones, la sustracción de menores y también de adultos. Ni que decir de los derramamientos de plasma sanguíneo cada día.

Pero si nos vamos a la tradicional frase de “primero los pobres” que se propala desde el gobierno federal. Allá siempre se atiende con diferentes apoyos a los ciudadanos, a los escolares, a los campiranos, a los adultos mayores entre otros colectivos sociales desatendidos por décadas.

En Quintana Roo, por el contrario, la búsqueda constante de los mercaderes del Partido Verde es contra la población. Comenzando desde la edificación del INMOVEQROO en el Congreso para afectar tributariamente a todos los conductores. La parafernalia intención recaudatoria para dañar a los gremios de motociclistas con cascos y chalecos numerados, peor que en las cárceles. Entre otras humillantes acciones contra los quintanarroenses.

Recientemente leímos de una oferta minúscula del gobierno estatal para reparar los baches en la Ciudad de Chetumal con un presupuesto de 18 millones de pesos. Exagerando, pensamos que solamente podría contribuir con 18 calles. ¿Y las otras 10 mil calles?

Disculpen el espacio se acabó. Pero le cortamos, aunque aún podemos seguir escribiendo varias cuartillas.

Viborita: Ojo, mucho ojo, amigos lectores, son días en los cuales los mensajes propagandísticos vienen con muchos adjetivos halagadores, zalameros, adulones y usted bien sabe la causa.

PD.- “La narrativa es un enorme círculo, como una espiral. No hay una línea recta que apunte a la salida más cercana. No puedes plasmar toda la vida de un hombre en dos horas. Sólo se puede crear una impresión de ella”. Gary Leonard Oldman (1958- ) actor, director de cine, guionista y productor inglés.

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