Viborianus
Victoriano Robles Cruz.
Sólo de 10 en inteligencia política.
Ahora que el mejor protagonista político de América está sucumbiendo, queremos acompañarlo con esta columnilla, como él mismo ha anunciado (https://n9.cl/tyn2f), no creo que haya un personaje dentro del desempeño público como fue José Alberto Mujica Cordano, mejor conocido en el mundo como José Mujica.
“Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”.
Fue guerrillero, político y agricultor uruguayo. El 40.º presidente de Uruguay entre 2010 y 2015. Nació 20 de mayo de 1935.
En la década de los 60, integró el movimiento guerrillero Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, por lo que estuvo prisionero entre 1972 y 1985, durante la dictadura cívico-militar de Uruguay (https://n9.cl/y5go3), acusado él, su cónyuge Lucía Topolansky y otros 8 miembros por delitos como: secuestro, robo, homicidio y falsificación de documentos.
Ningún otro personaje político ha asombrado al mundo como lo hizo Pepe Mujica desde antes de su gobierno: como legislador, ministro y durante 2010 a 2015 como presidente de Uruguay.
Pero aún sigue contagiando con su sencillez para revisar y responder a los problemas políticos del mundo y de América Latina. ¡La congruencia es su mejor postulado!
Hasta puede presumir: “A pesar de todos los pesares, estuve añares preso, me pasó de todo, después fui presidente. Entonces tengo que gritarle gracias a la vida”. https://www.youtube.com/watch?v=D9BPh-9TjVo ¡Líder humilde con grandes ideas!
Dice el Banco Mundial: “Uruguay se destaca en América Latina por ser una sociedad igualitaria (https://n9.cl/1q5it), por su alto ingreso per cápita y por sus bajos niveles de desigualdad y pobreza. En términos relativos, su clase media es la más grande de América y el Caribe, y representa a más del 60% de su población”.
En 1999 la pobreza moderada rondaba el 40% hoy (2015) está por debajo del 10%. Su clase media es la más grande de América Latina, y el país se ubica entre los primeros lugares de la región según medidas de bienestar como el Índice de Desarrollo Humano, el Índice de Oportunidad Humana y el Índice de Libertad Económica. En 2013, The Economist lo nombró país del año.
Con enorme grandeza por su prudencia, por su equilibrio para unir los poderes del “mal” con el “bien”. Hicieron de Uruguay, una nación con honor y ejemplo mundial.
Esa discreta inteligencia asumió la responsabilidad de conducir Uruguay, siempre dando el ejemplo de que: “El poder no cambia a las personas, solo revela quiénes verdaderamente son”.
Mujica forma parte del club de los cruzados anti-corbata, como el primer ministro griego, Alexis Tsipras. “¡El protocolo, la liturgia del poder y todas esas estupideces me chupan un huevo!”, comentó una vez a Danza y Tulbovitz (https://n9.cl/0xax4). Dos periodistas con los que llevó amistad por más de 20 años.
Sobrio y de enorme sencillez, esa conducta ha tocado no solamente a los uruguayos sino a mundo latinoamericano que ven en Mujica al ejemplo del ejercicio público: “No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivir con lo justo para que las cosas no me roben la libertad” el mismo lo reconoce (https://n9.cl/9nbchq).
Muchas de las expresiones pragmáticas que ha subrayado ni son copiadas por personas que ahora se desempeñan con burócratas. Para él, los presidentes “tenemos que vivir como vive la mayoría, y no como vive la minoría”, y se muestra contundente cuando dice que: “a los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política; son un peligro”.
En el ocaso no ha perdido su grandeza, su tamaño virtuoso y honrado. Ha contado al Semanario Búsqueda de Andrés Danza (https://n9.cl/w6g78) (su amigo) que el cáncer se está expandiendo por su cuerpo y que ha decidido no someterse a más tratamientos.
“Lo que pido es que me dejen tranquilo. Que no me pidan más entrevistas ni nada más. Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. Y el guerrero tiene derecho a su descanso”.
“Estoy condenado, hermano. Hasta acá llegué”.
No somos excelentes para el halago y este humilde reconocimiento también no es de la dimensión del personaje. Anhelamos que nos comprendan, pero nos sentimos orgullosos de tener entre nosotros una vida de ejemplo político mundial. ¡Nadie como Pepe Mujica!
Desde este humilde espacio enviamos fraternalmente nuestra solidaridad y también nuestras oraciones para desearle un final feliz.
PD.- “No es bonito legalizar la marihuana, pero peor es regalar gente al narco. La única adicción saludable es la del amor”. José Mujica (20 mayo 1935)
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