Viborianus
Victoriano Robles Cruz.
Los peor que Judas…
Nos llama la atención ese desenfrenado y descarriado rictus mediático o publicitario de varios medios impresos, virtuales y hasta de las frecuencias de radio y televisión por la toma de Donald Trump.
Vaya usted a saber si es consecuencia de algún contrato económico muy redituable o simple zalamería empalagosa. Trasciende estos comportamientos porque las cuestiones nacionales no se afinan o purifican con tanto esmero. En el comparativo ha habido mejores lisonjas para ese personaje que asume como el primer delincuente la presidencia de Estados Unidos que para los mexicanos (https://n9.cl/4z28k).
El de “más calidad” para espantapájaros dice en su portada: Desde hoy: El mundo no será igual (https://n9.cl/rtahr). Como si la vida de usted o de nosotros fuera a cambiar por la llegada de un delincuente a la Casa Blanca. ¡Vaya tremenda osadía!
¿Será que aún piensan que existe mucho pueblo incrédulo, como para querer engañarnos con estos titulares? Al menos la expresión no la ocultan y esta responde a una conducta interior, muy asimilada. Podemos decir muy tradicionalista.
En todos estos medios transmiten el halo pesimista del pomposo delincuente estadounidense. ¿Qué les unirá a estos medios con aquel, y más que a los medios a sus directivos como para exhibir su malinchismo, su espécimen apátrida? Pues esa exhibición de sus medios no se puede interpretar como un amor por México.
¿Será que esta efigie, que ahora estos apátridas dueños de medios construyen de Trump, les ha evocado al borrego de oro que, en la Biblia, los israelitas crearon y adoraron faltos de fe (lealtad) cuando Moisés subió al Monte Sinaí?
Podemos entender la lealtad de muchos estadounidenses, de la derecha radical, hacia Trump. En el entorno conservador de EE.UU. es sustantiva, pese a su cáustica gestión en la Casa Blanca, su narcisismo, su incapacidad para colocar los intereses nacionales por encima de los suyos, su desastroso y politizado desempeño.
Pero, ese culto en los medios mexicanos va más allá, y tiene un componente de singular idolatría, una mezcla de fervor político con elementos pseudorreligiosos que se expresan en el crédito que los simpatizantes del expresidente dan a sus teorías conspirativas y distorsiones y al respaldo que, pese a sus agravios y falencias.
Pero, también resulta tóxico para la nuestra nación, porque está en las antípodas de lo que sería un líder del conservadurismo.
Al igual que el medio mencionado y referido por la dirección electrónica. Si usted revisa otros medios casi todos se expresan con esa falta de lealtad a México. ¡A los mexicanos, al pueblo!
Judas Iscariote es recordado como discípulo de Jesús, pero también ha trascendido ese plano por: Ser el símbolo de la traición y deslealtad; el mejor ejemplo de los peligros de la codicia y la ambición; y por último, como un permanente recordatorio de que las apariencias pueden engañar.
Tomemos nuestras precauciones con las lecturas en estos medios idolatradores de otro gobierno y de otro personaje (delincuente) fuera de nuestra patria. Desafortunadamente, distorsiones y teorías conspirativas campean severamente en los medios.
PD.- “Hay toda clase de historias que puedo contar sobre un criminal. ¿Ha cumplido su condena y ahora parece un buen chico? Tendrá su oportunidad de volver al crimen en cualquier momento. Eso siempre está en el aire. Me gusta. Pero la verdad es que escribo sobre crímenes porque es popular”. Elmore Leonard (1925- 2013) Escritor, novelista y guionista estadounidense.
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