Viborianus
Victoriano Robles Cruz.
Los timoratos no van a la guerra.
Luego del suceso neoyorkino del buque escuela de México “Cuauhtémoc de la Armada de México y la desatención como las diferentes versiones de ese descuidado impacto contra el puente de Brooklyn en Nueva York, el sábado por la noche (20:20 horas), han sido consecuencia de la ausencia de una estrategia de medios eficaz en momentos de crisis.
La estrategia siempre debe estar disponible, esto implica la comunicación transparente, rápida y clara con los medios, así como una gestión cuidadosa de los mensajes y la narrativa para minimizar el impacto negativo en la reputación de las instituciones.
Pero en este suceso, incidental o por error, nunca hubo quien informará oportunamente, con claridad y conocimiento de los hechos a los ciudadanos del mundo, ya no sólo a los mexicanos.
Y a como el tiempo transcurría, la crisis informativa seguía generando diferentes versiones, los clásicos sabelotodo emergen como gusano barrenador, las redes y los medios de frecuencia (radio o TV) también los inundaba el deseo de salir a decir su propia versión. ¡Y la versión oficial no aparecía!
La desinformación aún prevalece entre muchos medios de información a pesar de que el hecho sucedió a las 08: 20 de la noche del sábado. Ni que decir de la oposición al gobierno quienes hicieron saña furor y ferocidad ante el hecho y propalaron también sus ataques desinformativos.
El espectáculo del choque del barco de la armada de México era presenciado por ciento o miles de ciudadanos de diferentes partes del mundo, pero sobre todo por muchos paisanos que con celular en mano grababan estos momentos de tragedia.
Pues esta desdicha se convirtió en un fenómeno mediático en contra, por esa ausencia o desconfianza de un buen manejo de la información en momentos de crisis. En Quintana Roo suele ser más cotidiano.
Los timoratos no sirven para estas cuestiones de crisis en la estrategia de medios en tiempos de crisis. En esos momentos es mejor equivocarse o regarla qué no hacer nada. Había que parar el alud de la oposición que en su mayoría tienen los medios a su favor. Pero nadie paró la contingencia, los riesgos, ni la emergencia.
Cierto, hubo y existe, un abuso público de la tragedia, pero eso no fue sólo por el hecho de choque del “Cuauhtémoc” sino por la desinformación. Terrible muestra de lo que no se debe descuidar en las cuestiones del manejo informativo.
Era el momento, la oportunidad, para que el secretario de la Marina saliera a informar en todos los medios nacionales. ¿Por qué no se habrá hecho? Será que por que fue en sábado por la noche y quizás ya andaban alucinados. Los malos pensamientos surgen cuando se observan derrapes muy obscenos.
La especulación crece al amparo de la desinformación. “No es novedad que nuestro ecosistema mediático está expuesto al fenómeno multidimensional de la desinformación. No es una amenaza nueva; eso sí, ha evolucionado. Hoy es más rápido. Las tácticas de manipulación son muy bien recicladas y la presencia de tecnologías sofisticadas como las de inteligencia artificial facilitan la difusión masiva de falsedades a muy bajo costo y casi sin esfuerzo” (https://n9.cl/de8isi).
PD.- “La metáfora biologicista: la germinación, el crecimiento/reproducción y el combate de la desinformación”. Tomado de Mala Hierba texto de la cita anterior.
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