Viborianus
Victoriano Robles Cruz.
Descansa en Paz Maestro de Maestros.
Una de las enseñanzas de nuestros padres -y fueron tercos- para aprender a ser agradecido. Aprender esa linda actitud de reconocer en otros individuos sus cualidades grandes o pequeñas pero que contribuyen con la calidad de quien las recibe y aprecia.
Adquirir con la práctica ese regalo para enfocarse en lo positivo y valorar lo que se tiene, y de quien fue adquirido, quién contribuyó para experimentar una mayor felicidad y bienestar.
La gratitud es uno de nuestros valores que nos parece que se está perdiendo. Nos individualizamos al grado de olvidarnos de quienes contribuyeron con nuestras buenas costumbres y nuestro mejor desarrollo profesional como personal.
Todos debemos mejorar en este aspecto de siempre dar las gracias por lo bueno que nos pasa en la vida, tanto lo más pequeño como lo que nos resulta más significativo.
¿Por qué vienen todas estas palabras como referencia? Pues, ayer jueves como a las 15:21 horas llegó un mensaje al whatsapp, de un compañero de escuela, de allí del Tecnológico de Mérida, él aún reside en la ciudad de Mérida, anunciándonos con la esquela el fallecimiento de uno de los mejores profesores que he tenido en nuestra vida escolar.
El profesional docente llevó por nombre Elías Daguer Abraham. De familia libanesa, egresó también del mismo Instituto Tecnológico, allí fue uno de los distinguidos docentes.
Fue el primer director de la planta nucleoeléctrica de Veracruz. En un viaje de prácticas a la NASA, sí al centro espacial de Houston, allí laboraba y pudimos saludarlo.
Muy apreciado por todos sus alumnos, tenía la paciencia y el conocimiento para enseñar y ofrecía su tiempo laboral, en la misma escuela, para contribuir con quienes notaba diferencias en sus aprendizajes.
Fuimos uno de los afortunados que atendió con especial dedicación y tiempo para hacerlo uno de sus mejores alumnos.
En cierta ocasión nos sacó del aula junto con otro estudiante en la materia de matemáticas. Esperamos pacientemente por los cristales del aula anotando todo lo que ofrecía a nuestros compañeros dentro del aula.
Al terminar la clase nos acercamos a él y ofrecimos disculpa, con atención nos escuchó y me dijo: “Vic tu traes malos antecedentes matemáticos deben ponerse a la par para no reprobar”.
Solicité su ayuda para emparejarme, en un principio dijo no poder hacerlo, pero con la insistencia y su debilidad para ayudar aceptó ayudarnos en sus momentos vespertinos frente a su cubículo. Todas las tardes nos encontrábamos para esa nivelación matemática.
El aprendizaje sucedió, nos nivelamos, y llegó el momento dentro del aula que cuando solicitaba que algunos de nuestros compañeros pasarán a la pizarra para desarrollar el ejercicio o problema matemático, decía menos tu Vic… y así continuamos nuestra amistad profesor-alumno.
Cómo no agradecer en este pequeño espacio a quien tuvo la atención para ofrecernos su tiempo y contribuir con nuestras enseñanzas. Pudo valorar nuestras necesidades, nunca ignoró nuestras carencias y nos ayudó a transformarnos en buenos profesionales.
Recordar nuestras dificultades nos hace recordar también cómo las superamos, viéndonos capaces de hacer frente a las dificultades para alcanzar el éxito.
Siempre en nuestra memoria estará presente Elías Daguer Abraham. Desde la columnilla les enviamos a sus familias nuestra solidaridad y también nuestras cotidianas oraciones para su eterno descanso.
PD.- *_Ya es hora de agradecer más las cosas, tanto en forma de palabras como en gestos. Decir un “gracias” no cuesta nada, parece que a la gente le resulta difícil, incómodo y molesto. ¡Sé diferente, agradece!_* del baúl
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