Viborianus
Victoriano Robles Cruz.
Nuestro Chetumal en ultratumba.
¿Y en esta ocasión de qué hablaremos? Suele ser la pregunta obligada para cada ocasión que pensamos en la columnilla. Para continuar la interacción con nuestros tres lectores.
¡Eureka! Pues, hoy en la ciudad de Chetumal amanecimos con la sucia noticia de dos (2) ejecuciones, en diferentes puntos de la ciudad. Los cuerpos fueron descubiertos por transeúntes, uno por el Boulevard Bahía, en las cercanías de la comunidad de Calderitas. El otro, en la calle Florencia entre Bacalar e Isla Cancún en la Ciudad.
No creemos que las autoridades de la Fiscalía ni del poder ejecutivo y mucho menos las policías preventivas salgan a mostrarse con motivos triunfantes de su desempeño. Salir a presumir que solamente fueron dos.
Es turbador y muy patético encontrarse con estas noticias violentas en Chetumal, que una vez fue tranquilo, pero a partir de este gobierno estatal se han disparado los índices y las ejecuciones violentas. El homicidio doloso.
Si ya es de ultratumba los acontecimientos de la Capital Chetumal, sí, del más allá de la muerte. Peor escenario exhiben y/o presumen todas las autoridades actuales ignorando estas atmósferas sanguinarias.
Dice un colega…parecen caníbales, sólo disfrutan de los cuerpos sanguinolentos y hasta disfrutan de la permisividad para la realización de tales ejecuciones. Parecen chombos compartiendo las migajas.
Pero, pocos o casi nadie dice del fracaso, engaño y tolerancia de esa Fiscalía y de su titular para no actuar. ¿Quién lo sostiene en ese cargo?
¿Dónde habrá más hediondez? Es un cuestionamiento que revive en cada sofocante noticia de las ejecuciones. Pudiera ser que dentro de los sicarios sea innegable esa tolerancia. Aunque no lo creemos, pero con tal de salvar el pellejo realizan este trabajo. ¡Muy cotizado!
Pero, que en los aparatos de la seguridad pública exista la capacidad de soportar la fetidez, la pestilencia de lo insano. Pudiera tratarse de un fenómeno que requiere de atención psiquiátrica, y de carácter inmediato. Y por qué no los cambian si no dan resultados. ¿Quiénes otros están asociados a esta hediondez?
También, estos tres lectores nos cuestionan: ¿Dónde habrá mayor corrupción? Porque para no impedir estas ejecuciones los aparatos de justicia están podridos, y la fermentación rebasa sus espacios laborales. Pues todos los quintanarroenses nos damos cuenta.
No nos sueltan con las preguntas: ¿A quién les colgamos las medallitas por estas dos ejecuciones? ¿Y dónde queda el 61%? Es obvio que de manera directa a los aparatos de la seguridad. Aunque también contagia y feamente al ejecutivo.
¿Por qué dejamos que Chetumal se haya sumergido en la ultratumba? ¿Porqué confiamos en estas autoridades?, tan nefastas, tan contrarias a los deseos, a las pretensiones de los chetumaleños.
No creemos, nos cuesta asimilarlo, que exista algún chetumaleño que ahora disfrute de estos dos cadáveres botados en las calles de Chetumal. ¿Serán de ultratumbas?
PD.- “En lugar de temor a la muerte, busquemos la paz en la vida.” Del baúl de los recuerdos.
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