Viborianus
Victoriano Robles Cruz.
Los infaltables malaleches.
Intentaremos, en la columnilla, describir la inventada historia de un posible intento de agresión a un político en franco crecimiento. Sí, el alcalde de Tulum.
¿Por qué realizar el mal? ¿Por qué saltar con invento de llamativos titulares? Este fue el maldiciente encabezamiento de un portal #Intentan asesinar al Alcalde de #Tulum; corrió por su vida (https://n9.cl/g7swi).
Con regularidad ciertos portales informativos lanzan este tipo de escandalosos titulares sin alguna objetividad, sin algún dato, sin alguna investigación, sin alguna fuente confiable. ¡Pura perversidad!
¿Qué pretenden? Pudo ser un error del reportero. Pudo ser la intencionalidad mediática del sitio informativo para cooptar clientes y/o lectores. El clásico protagonismo. Otra, la perversidad para denostar, ya sea como encargo por algunas monedas. Y, por último, la de doblar al ente político para exigir su ingreso al club del chayote. ¡Todas estas opciones son muy simpáticas y cariñosas!
Cierto, sin afecto no existirían o no se explican los detractores, envidiosos, calumniadores o maldicientes, esa casta vimos surgir por la detención de un trío de malandros, uno de ellos armado, en la ciudad de Tulum.
En otros términos, la población los señala como los “malaleche”. Y fueron varios los visualizados con esa mala intención o con un fin malevolente u ofensivo. Los malpensados por lo regular siempre especulan.
“La desinformación es una información falaz que la persona difunde a sabiendas que es falsa (https://n9.cl/1v6sul), con la intención de causar un perjuicio. “Es una mentira deliberada e intencionada, y apunta a que la gente está siendo activamente desinformada por actores maliciosos”.
Los malaleches siempre han existido en la faz de la tierra. No dejarán de existir, pues para algunos es otra forma de sobrevivencia. Y mientras sea redituable seguirán con sus perversidades.
¿A quién beneficia el lanzar estos encabezamientos especulativos? Por allí se debe comenzar, en el análisis de la noticia, para encontrar a los posibles “actores intelectuales”. No debe de costar trabajo esta investigación y es muy probable que las víctimas ya sepan los nombres de sus creadores.
Imagínese el despertar furioso de un reportero para crear una nota con este sentido y finalidad. Y, todo por el activismo político con que realiza su desempeño laboral que tiene por encomienda.
Lo peor fuera que surgiera desde dentro de las entrañas de la misma coalición política. Muchos partidarios morenistas creen que son muy altas las posibilidades de que sea así. Traiciones, abandonos y desprestigio.
La cita atribuida a Otto Von Bismarck dice: “Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería”. Resulta normal para los actores manipuladores que se involucran, a sabiendas y con clara intención en campañas virales de engaño.
Quizá despierta celos o envidia el dinámico trabajo político y su proceso de difusión del equipo de comunicación social de Tulum. Aunque el activismo político de su jefe es muy emprendedor y, varias veces los trae sin descanso. Creemos el mejor equipo político en Quintana Roo.
PD.- “No me vengas con tu mala leche, que últimamente me he vuelto intolerante a la lactosa”. Del baúl…
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