dom. Nov 16th, 2025

Viborianus

Victoriano Robles Cruz.

¿Dónde quedó la lanita?

Ahora muchos mexicanos nos preguntamos dónde quedaron esos 600 mil millones de pesos (https://n9.cl/jw5aq). Bueno, si no todo, sí dónde quedó la gran mayoría de esa evasión fiscal, de ese perjuicio a México por la vía de los combustibles importados, conocidos comúnmente por huachicol fiscal (HF).

Tuvieron que ser varios o muchos los delincuentes que, en complicidad, organizaron tremendo perjuicio al erario por el contrabando de combustibles. ¿Dónde quedó esa “lanota”? Sí… dinero, plata, pasta o efectivo.

Vamos a comenzar comprendiendo ese Huachicol Fiscal, luego de algunas lecturas hemos encontrado tres párrafos que nos parecen la mejor explicación:

“A diferencia del huachicol tradicional, que consiste en el robo físico de combustibles directamente de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), el huachicol fiscal opera mediante la manipulación de fracciones arancelarias (https://n9.cl/mioym). Los responsables introducen gasolina y diésel al país registrándolos como productos exentos del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), tales como lubricantes, alcoholes o aditivos”.

“Esta maniobra permite que los combustibles ingresen al mercado interno a precios considerablemente más bajos, lo que genera márgenes de ganancia elevados y distorsiona la competencia”.

“La sofisticación de este esquema requiere la intervención o el descuido de autoridades aduanales, así como el uso de permisos temporales de importación. Estos permisos son utilizados para declarar mercancías distintas a las que realmente se están introduciendo, lo que facilita la evasión fiscal y la comercialización ilegal de combustibles”. (De todas maneras, les dejamos la dirección electrónica para consulta con la fuente).

Este contrabando de combustibles no deja de estar asociado a organizaciones criminales, delincuencia organizada. Este contrabando de combustibles HF es considerado como uno de los más grandes fraudes en la historia delictiva de nuestro país.

Esta millonaria trama de corrupción apenas empezamos a conocerla (https://n9.cl/gg26w), pues los vericuetos legales y fiscales son muchos e intrincados. Así por igual la presencia de la delincuencia organizada con las autoridades aduaneras de nuestro país. La marina y marinos de alta jerarquía son los principales implicados en esta terrible confabulación aduanal.

Y, cuando decimos: muchos delincuentes. En realidad, si son muchos, ese tipo de robo, desfalco, sustracción o ratería no lo realizan dos o tres delincuentes.

Desde los operadores de los inmensos buques, los supuestos vendedores, los ficticios compradores, las autoridades aduaneras, de aquí (MX) y de allá (USA).

Y luego las empresas transportadoras, las empresas receptoras, y las distribuidoras de esos combustibles. Y, quienes adquieren estos combustibles a precios reducidos, ¿cómo facturan fiscalmente? ¿El gobierno en su área fiscal qué tanto están involucrados?

Pensamos que a pesar de revisar y revisar aún se nos quedan varios sin mencionar. ¿Será que en verdad existe la intención de proceder con rigor legal ante estas trapacerías por vía naval? ¿Será que sí cumplirán las buenas intenciones presidenciales? ¡Acabar con esa mafia no será fácil! ¡Ya van varios asesinados por este HF!

Por cierto, el reparto de toda esa defraudación fiscal, a pesar de su enorme cantidad dónde quedó (https://n9.cl/qnr0z). Cómo se repartía que daba para pervertir a los dóciles marinos y no cualquier marino, sino de la jerarquía para evitar los daños al complot fiscal.

Queda mucho material por platicar. Hoy nos interesamos en la gran cantidad de lanita. ¡Es sabadito, intente descansar y disfrutar de la compañía familiar!

PD.- “La ignorancia es tan grande que los ladrones no roban libros.” Del baúl de los rateros…

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