sáb. Sep 7th, 2024

Viborianus

Victoriano Robles Cruz.

¡Siempre agradecidos!

Platicábamos o mejor dicho chateábamos por el whatsapp, con amigos ex-alumnos del Tecnológico de Mérida, sobre el huracán Beryl y sus efectos. Quizá fue generoso ese fenómeno con todos nosotros.

Los pronósticos de los especialistas eran devastadores, alarmantes, temibles y esa información de sitios muy profesionales como el Centro Nacional de Huracanes (https://n9.cl/akrf) y del Servicio Meteorológico Nacional (https://n9.cl/efgjj) generó un pensamiento de mal presagio entre los ciudadanos de la península.

Los nuevos tiempos de estos fenómenos, recordemos el que destruyó a Acapulco Guerrero, el miércoles 25 de octubre de 2023 a las 00:25 horas. ¡Ya no debemos confiarnos!

Nos obligó a tomar todas las previsiones necesarias y realmente toda la ciudad se dispuso a esperar un fenómeno destructor. Pero, que bueno que no pasó nada. Así debemos de ser con todos estos fenómenos llamados huracanes.

Ahora, podemos quejarnos de nuestras latitas de atún, del entablado de ventanales, de la compra de pan y galletas. Porque no las podremos consumir, por la cantidad de reserva con la que se hacen las compras. ¡Estamos felices…si es cierto!

Nuestra solidaridad para quienes en la parte norte de la entidad sufrieron destrozos en sus domicilios, en el campo, en su patrimonio, sobre todo para los de menores recursos. Reponerse no será tarea fácil.

Leía por allí, la dificultad de muchos para resguardar su yates y embarcaciones por falta de estos espacios. Parte de las empresas turísticas también sufrieron el temporal.

¡Todo ha sucedido! Ya probamos otra vez más los efectos de otro fenómeno meteorológico.

Por la ciudad de Chetumal -aún Capital de Quintana Roo- no tuvimos ni lluvias, el nublado siempre estuvo presente, a veces salía el sol, nada de vientos. ¡Exageradamente tranquilo! La ciudad desde la noche anterior se fue a descansar y por la mañana estuvo vacía hasta por ahí de las 9 de la mañana. Los tradicionales espacios de alimentos permanecían cerrados. Y los que abrieron tuvieron excelentes ventas.

Y, mientras autoridades realizaban su protagonismo mediático; sí, sí hubo miles de trabajadores burocráticos, de CFE, agua potable y militares que se enfrentaban al rescate de los ciudadanos, ya fueran de las costas y de las comunidades, en las cuales los domicilios son endebles.

Para todos ellos va nuestro reconocimiento. Con su trabajo pudieron rescatar a muchos quintanarroenses. Sortearon los peligros y entregaron exitosos balances. Anoche anunciaba la CFE de un 93.7% de recuperación de la energía eléctrica en las zonas afectadas y el servicio eléctrico cayó.

Ellos no llevaban delante las cámaras ni a los reporteros para que presumieran sus responsabilidades ante estos fenómenos meteorológicos. Trabajaron no para la presunción, trabajaron por los quintanarroenses, por los posibles afectados. Todos ellos merecen por su gran tarea y responsabilidad nuestra GRATITUD.

Rescataron a muchos y eso contribuyó al denominado “saldo blanco”, que no es otra cosa que la de medir eufemísticamente que no hubo algún muerto por esta inclemencia natural.

Merecen nuestro respeto todos esos trabajadores. No quisiera omitir a otros ofrecemos disculpas si no los incluimos. Pero es por nuestra supina ignorancia.

PD.- “La Vida es: el milagro de existir, las ganas para sonreir, la paciencia para esperar, la fuerza para resistir y la humildad para agradecer”. Padre Pablín.

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