jue. Abr 25th, 2024

Viborianus

Victoriano Robles Cruz

Cortesía política.

Qué lejos han quedado aquellos encuentros de transición llenos de finura y elegancia –aunque pudieron haber sido con viva ironía- entre quien llegaba y quien estaba a punto de abandonar la responsabilidad política en Quintana Roo.

Aquel comportamiento humano de los políticos educados y afables ahora encarece las relaciones públicas. Estamos siendo testigos de la repulsa y desaprobación hacía quien ha ganado por decisión de los votantes, del pueblo. ¿No merece una atención ni cómo dama?

Nos ha llamado la atención esta conducta de Carlos Joaquín –no por lo increíble, sino por lo cotidiano-. Ni por tratarse de un personaje del género masculino, cuando menos la cortesía para la dama que ahora es la gobernadora electa. ¿Qué nos pasa? ¿Tanto deteriora el poder al individuo? ¿Así era y no nos habíamos dado cuenta?

Así maltrata a los chetumaleños con operativos policiacos recaudatorios cuyo único fin es quitarles los escasos recursos a los conductores de motocicletas con el pretexto de frenar la delincuencia, pero todos sabemos que ésta ha crecido y las cifras no mienten desde que comenzaron estos operativos policiales. ¡Hora tenemos más delincuencia y mucha más queja de los ciudadanos!

Es triste esta observación; pero, a la vez nos envía la confirmación del mensaje de su patanería (rústica y grosera), no solamente contra los ciudadanos quintanarroenses sino contra quien será (o ya es su relevo inminente, inaplazable), la gobernadora electa.

Los especialistas coinciden en que la cortesía no es un elemento natural al ser humano, en nuestras sociedades, se ha venido construyendo en nuestra historia, antes más belicista que ahora. También de manera individual el individuo debe ir construyéndose desde un ambiente familiar saludable, con educación y consejos familiares y cada individuo va edificando un sistema de modales que irá perfeccionando en el trayecto de su vida.

Los buenos modales están asociados principalmente al entorno familiar, al estilo de vida, la armonía de la familia es básica. Proceder de un entorno familiar con relajaciones y fuera de la clásica tradición familiar resulta obviamente una clara invitación a los malos modales, no sólo desde el lingüístico sino del actuar: en la práctica social y política.

Estos interactuantes en sus comunicaciones recíprocas deben involucrarse –aunque sea de mentirita- deben enviar, a la sociedad, señales de respeto y consideración para reducir los posibles errores y equivocaciones. Conceder el paso, permitir el turno en armonía es lo esperado políticamente por los quintanarroenses.

Ya ha pasado casi un mes, posiblemente cuando usted lea ya sea más del 5 de julio, y no se han reunido cuando menos para la felicitación pública por el triunfo. Como tradicionalmente se realizaba. El manejo público en medios del encuentro para el reconocimiento por la victoria no ha sucedido.

Despertó nuestra inquietud las imágenes de los diversos medios, sea por redes sociales o impresos, con la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Quintana Roo. La foto oficial que distribuyó la presidencia de la república sí incluía a Carlos Joaquín, sin embargo, la que envió el equipo de la gobernadora electa solamente incluía al presidente AMLO.

Pensamos que ha faltado esa interacción política, no ha llegado la sensatez y la congruencia al edificio del Palacio de Gobierno para mostrarse en armonía política con la gobernadora electa. ¿Quién decide estas acciones públicas? ¿Quiénes salen beneficiados del no encuentro? El arte de la política debe trepar por encima de los alter egos. Recuperar la personalidad política, aunque sea al final no sería dañino. ¡El mal ya lo hizo contra todos los quintanarroenses!

La armonía permite que disfrutemos las cosas de manera sana y más placentera, tanto en el mundo, como dentro de nosotros. Cuando logramos tener un equilibrio mental, emocional y físico, somos capaces de apreciar el valor real de las cosas y desechar todo aquello que nos puede hacer daño.

PD.- “¡Aprovecha los momentos de felicidad, de amar y ser amado! Ésa es la única verdad en el mundo, todo lo demás son tonterías”. León Tolstói. (1828-1910) novelista ruso

PD.- “La felicidad existe sobre la Tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del universo, y la práctica de la generosidad”. José Martí. (1853-1895) poeta y político cubano.

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