jue. Dic 12th, 2024

Viborianus

Victoriano Robles Cruz

Debo agradecer la petición de un puñado de políticos quintanarroenses, quienes han solicitado nuestra idea sobre la marcha del domingo 26 en la Ciudad de México. Y sobre eso vamos en este Viborianus.

El simbolismo político pensamos que es lo más importante. Independientemente del tamaño del colectivo. Sí se ha politizado -con esta marcha- la posible respuesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante las normas surgidas del Congreso de la Unión. Un poder definirá la emisión normativa del otro poder.

Precisemos: las políticas de derecha o de izquierda se diferencian principalmente en las formas de servicios y ayudas con destino a la sociedad. La ideología de izquierda se centra en la sociedad, mientras que la derecha se centra en el individuo. Una privilegia a la colectividad y la otra a la persona. En cada país o región suele ser diferente.

No podemos omitir que esta manifestación promovida por los representantes de la derecha, no es otra cosa que la simple lucha por el poder. La política la debemos entender como el medio para acceder al poder y mantenerlo ejerciendo.

Y en esta lucha por el poder también asoman las posibles perversidades, en esa lucha por el poder, está permitido todo, hasta la de pasar por la violación de las leyes, e incluso llegando a la eliminación del contrario.

Una forma de acabar con esa perversión es perseguirla, desenmascararla, usar las herramientas que ofrece el derecho para identificar culpables de delitos vinculados a la política o los actos de corrupción en ella, luego sancionarlos, y con ello evitar la impunidad para dar ejemplo a los actores políticos. En algo de ello ya hemos sido testigos. ¡Aún falta!

Ley del hielo. Políticamente no se puede ignorar esta marcha dominical del 26 de febrero, independientemente de sus promotores, a los cuales también incluiremos. Como cualquier otra manifestación pública, todos los mexicanos tienen ese derecho y afortunadamente se respeta.

Y el gobierno y los poderes deben incluir en sus respuestas legales sin afectar la constitución. No se repara una legalidad con ilegalidades. Ni se consuma un capricho con transgresiones.

El tamaño. Su representatividad es muy relativa. Somos más de 130 millones de mexicanos y, suponiendo, marcharon 100 mil. Una simple división aritmética pues da como cociente 0.769%; lo cual es menor al uno por ciento. Y así fuera el doble de marchantes, pues simplemente se duplica la relación (1.54%). !Muy pequeña esa colectividad!

Impolutos. Los personajes promotores de la marcha dominical desde luego no representan una colectividad de honestidad, ni de honestos. Los atributos personales de los convocantes son de la más dudosa moralidad. Ya han sido señalados infinidad de veces con testimonios innegables. En la verdad y la justicia, nunca se antepone a estos las propias necesidades o intereses. La persona honesta, es ante nada honesto consigo mismo y, no se traicionará a sí mismo.

Panistas, priistas, y otros personajes convocantes de la marcha ya han sido distinguidos por sus actos de corrupción. Quizá, si otros personajes convocarán y patrocinaran esos actos de reproche tuvieran aún mayor validez colectiva.

Es obvia la felicidad y la presunción de los patrocinadores por la respuesta del colectivo social logrado. ¡Nunca lo habían hecho! Indudablemente, pero esta euforia ni la dimensión de la marcha va a cambiar el entorno político. Ha sido una bonita marcha, pues hubo saldo blanco, sin destrucción de edificaciones, y eso también merece el reconocimiento. ¡Pacífica!

Las injusticias en el INE continuarán si no se acotan con normas y las decisiones de todos. Los privilegios bien sabemos todos son consecuencia del libertinaje y de la innegable corrupción presente en ese organismo (y muchos otros). Desde las percepciones salariales hasta los abusos en el uso de los dineros del pueblo dirigidos a ese organismo.

Desde luego la coherencia no está presente en esos personajes. Un acto de justicia social hubiera sido la modificación constitucional, no se pudo, pues no sigamos ofendiendo la inteligencia del pueblo mexicano. ¡Los privilegios políticos también surgieron por actos de corrupción!

Recordemos… Que el actor de la política seamos todos, de eso se trata la participación.

Viborita… Como antecedente: Vale recordar la marcha de 1930 del inmortal Mahatma Gandhi, en la consecución de la libertad de la India del Imperio Británico. Y la histórica Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad, del 28 de agosto de 1963. Con célebre el discurso vibrante: “Yo tengo un sueño” del líder Martin Luther King.

Cierto, las dos son sólo un comparativo guardando las respectivas proporciones. ¡Nada que ver con la del domingo!

PD.- “La verdad jamás daña una causa que es justa”. “La pobreza es la peor forma de violencia”. “Los grilletes de oro son mucho peor que los de hierro”. Las tres frases son de Mahatma Gandhi, pacifista, político, pensador y abogado hinduista indio (1869-1948)

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