Viborianus
Victoriano Robles Cruz.
Los riesgos de los medios.
Las foxadas de Fox, leía el martes (25/07/2023) en la opinión de articulista de la Jornada. Resulta risible la conducta de un exmandatario del país. A la vez, tristeza, por esa manera con la que manipulan los medios de comunicación a los ciudadanos para atrevernos a tener un individuo con tremendas carencias y con una gran ignorancia en tiempos privilegiados. ¡También se burlan de él!
Por ello, el grave daño al país. Personas sin algún conocimiento de nuestra historia, de nuestros valores, de nuestra mexicanidad. Y llegan a ocupar el privilegiado sitio de la presidencia de la república. ¡Un locuaz con apellido de Fox! ¡Tan vacío e inútil!
Todo surge por una entrevista en latinus Tragaluz con Vicente Fox, expresidente de México. En la cual emite una andanada de palabrerías sin sentido, expresiones incongruentes, insultantes para los mexicanos; no podemos catalogarlas como valientes sino de un personaje ardido. Sus limitaciones a priori (la sinrazón) las presumió.
Y vale mencionar que al personaje en la entrevista se le vio hasta recién bañadito y observamos sus ojos no andaban perdidos ni rojizos. Parecía que había asistido completo. Por ello, las expresiones toman mayor realce pues provienen de alguien supuestamente sobrio, templado. ¡En otras ocasiones, la imagen es muy natural o tradicional!
Sacó al PRI de los Pinos; pero, nunca cumplió. Fue una gran decepción hasta dentro del panismo. Ya desde entonces exhibía sus incapacidades políticas. Muchos sí sabían de sus limitaciones y se aprovecharon de él. Fue útil para sus propósitos mercantiles y luego fue abandonado. A ellos, nunca los decepcionó.
Muchos disparates y locuacidad lo distinguen del común de los mortales. Se declaró abiertamente en favor de EPN y abandonó a Vázquez Mota candidata de su partido. En otra de esas labias dijo que el gobierno federal debe dialogar con los criminales.
Muchos ciudadanos mexicanos coinciden que él, Vicente Fox, no es simplemente un promotor de la marihuana; va más allá, sus actitudes han rebasado la simple actividad de impulsor. Y allí, con esa adicción, decanta el comportamiento deshojado de congruencia, sentido común… y de lógica.
Este locuaz personaje también fue producto del marketing político generado y/o construido desde los medios de comunicación para llevarlo a la presidencia. ¡Y continúan utilizándolo! Ya sabemos que luego vino la “mejor” expresión mediática con EPN. Este sí, construido totalmente con medios de comunicación.
Y en toda esta faramalla: La población mexicana -la mayoría- somos quienes sufrimos las consecuencias de estos productos mediáticos. Pues así llegan personajes insuflados. Engañados y con total entrega a los patrocinadores del mercantilismo publicitario.
¿Dónde queda la población? Aquellos a quienes deberían de servir y atender para mejorar sus condiciones de pauperismo. Mejorar los indicadores sociales de escolaridad, de salud, de pobreza, entre otros.
¿Y la mayoría de los que votaron? En el abandono seguirán mientras se continúe con esa tendencia de servir, los políticos triunfadores, a los amos de los medios de comunicación. El compromiso fuerte es con ellos, porque si no los destruyen.
Así, abandonan a la población, renuncian a los votantes, se olvidan de los grupos sociales, siembran niveles de pobreza, analfabetismo y, acumulan por el crecimiento de enfermedades gastos sociales en salud, los cuales también entregan a las élites del poder. ¡El círculo de la perversa corrupción!
Ahora, tenemos estos riesgos. Los desencantados de la 4T pretenden construir otro aspirante presidencial de silueta mediática. Pretenden recuperar privilegios. Invierten hasta destruir al adversario. Y en esa maldad parecen coro de loritos, pues todos al unísono repiten o reproducen las perversidades como los elogios. Inventan y/o construyen víctimas de supuestos atentados.
Aunque no crecen esos aspirantes opositores. ¡Lo peor, y lo más triste, aún existen personas que les creen!
PD.- “El propósito de los medios masivos […] no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante”. Noam Chomsky, lingüista, filósofo, politólogo de origen judío.
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