Viborita
Victoriano Robles Cruz.
Burócrata y político.
Quizá no deba sorprendernos la conducta tornadiza o versátil de quienes se desempeñan dentro de la administración pública (burócrata) con sus justas pretensiones para aspirar o querer conquistar un lugar en el escenario electoral (política).
Sí nos llama la atención, porque de repente, de un momento a otro, comienza un activismo político a costa del cargo público. La utilidad pública del cargo con otros fines, distintos para los que fue nominada la persona.
Entonces, muchos ciudadanos se cuestionan ¿por qué hasta ahora en los tiempos previos a la jornada electoral, comienzan a exhibir -hacer alarde- de parte del desempeño como burócrata? *Será necesario que siempre haya competencia electoral para que sepamos que trabajan como servidores públicos? Y la mayoría de ellos son primerizos, sin experiencia política.
¿Y mientras los beneficios a los ciudadanos para cuándo? ¡Hasta el tiempo electoral! Pensamos que esa camaleónica conducta del servidor público pro-tempore inspirado en la tradición trampolinezca no beneficia a ni una parte, ni a la burocracia ni a la política. Creemos fielmente que, para cada actividad se necesitan jornaleros de tiempo completo. Y no se puede estar en uno, pero pensando en otra responsabilidad. ¡En ningún lado cumplirá bien!
*Qué debemos hacer los ciudadanos para contribuir con la norma democrática de tener excelentes políticos y al igual magníficos burócratas. Por ahora adolecemos de estas características tanto en la burocracia como en la política.
Ni que decir por ejemplo de la seguridad pública o del aparato de la Fiscalía. El peor problema de los quintanarroenses se encuentra en el tema de la seguridad pública. Los otros espacios públicos andan por igual…salud, educación… etc. ¿Cómo contribuir es la pregunta?
PD.- Verborrea política de promesas incumplibles, no es igual a un programa realizable.
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